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EMBARAZO Y POSTPARTO

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Bebé en brazos de la madre

EMBARAZO

La Osteopatía en el Embarazo u Osteopatía Obstétrica tiene como objetivo:

  • Acompañar los cambios que sufre el cuerpo de la mujer durante la gestación.

  • Disminuir lo máximo posible las molestias que puedan ir surgiendo tanto para el bebé como para la madre.

  • Asegurarse de que el bebé esté bien posicionado y favorecer un correcto desarrollo fetal.

  • Preparar a ambos para el momento del parto.

La osteopatía puede ayudar en las diferentes etapas de la gestación, facilitando la adaptación de la mujer a todos los cambios posturales, estructurales, viscerales y fisiológicos que se producen durante el embarazo.

El embarazo es una etapa de muchos cambios en el cuerpo de la mujer. El aumento de volumen del útero crea un desplazamiento del centro de gravedad y los cambios hormonales generan un aumento de la elasticidad en la musculatura y en los ligamentos de sostén. Esto genera un estrés mecánico que puede producir síntomas como dolor de espalda o pélvico (púbico, inguinal, ciático, sacroilíaco…). El aumento de peso y del volumen del útero a su vez incrementa la presión intrabdominal y si no hay un buen deslizamiento mecánico entre el útero y las vísceras abdominales, se podrán producir algunas molestias como acidez, reflujo, estreñimiento, hemorroides, dolor costal, problemas circulatorios, pesadez en las piernas etc.

El tratamiento osteopático ayudará a que el cuerpo de la madre se adapte a estos cambios de la forma más eficiente posible, minimizando el dolor y favoreciendo, en la medida de lo posible, la mayor comodidad de la madre y el bebé.

Por otro lado, la osteopatía durante el embarazo tiene también el importante papel de ayudar a preparar a la madre y al bebé para el momento del parto, haciendo que éste se desarrolle de la mejor forma posible, evitando partos largos y dolorosos, cesáreas innecesarias o episiotomías. Un buen equilibrio estructural en las articulaciones de la pelvis y la columna lumbar, ayudará a que el bebé se encaje en una posición correcta y encuentre el camino más fácil en el canal del parto.

En las últimas semanas de embarazo, la osteopatía puede ayudar a resolver tensiones de la pared abdominal y el suelo pélvico. Esto se traduce en una mejora en la calidad del movimiento de la cintura pélvica, lo que favorecerá la respuesta neurológica y hormonal y la estimulación de las contracciones uterinas en el momento del parto.


POSPARTO

En esta etapa, la osteopatía tiene como objetivo ayudar y facilitar a que el cuerpo de la madre recupere su equilibrio estructural, visceral, hormonal y emocional.

El postparto, también conocido como puerperio o cuarentena, dura aproximadamente 6 semanas o cuarenta días (no obstante, el cuerpo de la madre tardará entre 6 meses y 1 año en volver al estado previo al embarazo). El puerperio comienza una vez que se expulsa la placenta. A partir de ese momento el útero se contrae (entuertos o contracciones uterinas) y comienza a experimentar una serie de cambios hasta volver a su posición inicial. También el resto de órganos deberán retornar a su estado y posición previa al embarazo.

La osteopatía ayuda a liberar las tensiones que se hayan generado durante el embarazo y el parto para que todos estos órganos retornen a su posición inicial de la mejor manera posible y no aparezcan patologías asociadas a dichas tensiones tales como dolores de espalda, de cuello o de cabeza, problemas digestivos, perdidas de orina, desarreglos hormonales…

Especial atención requiere la zona de la pelvis ya que en el embarazo y sobre todo en el parto, si es vía vaginal, se ve sometida a fuertes tensiones que pueden dar lugar a molestias en el coxis (coccigodinia), tensiones en el sacro que deriven en dolores de cabeza o depresiones postparto, prolapso de los órganos de la pelvis con sus patologías asociadas (incontinencia urinaria o fecal, ptosis del útero, molestias en las relaciones sexuales, alteraciones menstruales, dolor lumbar…).

Por otra parte, en el caso de que haya sido necesario realizar una episiotomía (corte oblicuo en el suelo pélvico para evitar desgarros), será conveniente trabajar la cicatriz para ganar la mayor movilidad y elasticidad posible y evitar así molestias en la zona y tensiones añadidas en el suelo pélvico.

Si la mujer ha sido sometida a una cesárea, habrá que trabajar y elastificar no sólo la cicatriz externa si no también los tejido más profundos hasta asegurarnos de que el útero recupera su movimiento fisiológico dentro de la pelvis. Las restricciones en la pelvis, ocasionadas por una cicatriz como la cesárea, pueden acarrear problemas de dolor lumbar, menstruaciones dolorosas e incluso problemas más distales en los miembros inferiores.

La parte física es importante pero no se puede olvidar el estado emocional de la mujer en esta etapa así como los importantes cambios hormonales que ha ido experimentando durante el embarazo y el parto y que continúan a lo largo del postparto. La revolución hormonal, los cambios físicos, estructurales y fisiológicos unidos a la responsabilidad que supone hacerse cargo del nuevo ser que llega, hacen que el estado de ánimo y las emociones de la madre pasen por muy distintas fases.

La osteopatía ayuda a que la madre recupere su equilibrio hormonal, estado físico y fisiológico y sin duda acompaña en el proceso emocional facilitando la integración de todo lo que está viviendo.

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